BAJO PUEBLO, PUEBLO BAJO
Según Baralt, bajo pueblo y pueblo bajo —términos que tienen todavía mucho uso— eran galicismos (bas peuple).
Pero tal tacha debe considerarse errónea, ya que bajo pueblo y pueblo bajo se usan desde la época clásica.
La Academia produce la siguiente cita de El gobernador cristiano [1612-1625], de Juan Márquez:
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«… que no es el mayor inconveniente de la censura, la invidia ni el desprecio del pueblo bajo, sino el desconsuelo que los ciudadanos virtuosos tuvieran de verse despreciar o invidiar por conocerse sus haciendas…».
Y en la Red hallamos más citas:
«… y, mientras que el mal hizo este daño en el bajo pueblo y en la pobreza, se pasaba con menos aflicción; pero, cuando se vio penetrar por las salas, cámaras y grandes casas de los hombres poderosos, fue grande el terror y espanto…» (Antonio de Herrera y Tordesillas, Historia general del mundo, parte II [1601], página 86, columna 2; página 244, columna 1 en la edición de 1606).
«Es también muy inclinado a sospechas el vil y bajo pueblo, teniendo por uso y costumbre oprimir al acusado, si bien lo sea por testimonios y falsedades» (GOOGLE BOOKS: Bernardino de Mendoza, Los seis libros de las políticas o doctrina civil de Justo Lipsio [1604], página 85).
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español.
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: la misma).