IRSE A PIQUE
Como bien observó en su tiempo el crítico Restrepo, en el diccionario académico se hallaba la expresión irse a pique con el sentido propio de ‘sumergirse un buque en el mar’ y no con el figurado de ‘destruirse o acabarse algo’ —sentido figurado que sí que se recogía, junto al propio, en la expresión echar a pique—.
Sin duda, tal cosa traía causa de mero descuido, ya que el uso figurado de la primera de las expresiones mencionadas remonta a la época clásica, como vemos en estas citas:
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«Veranse presto los locutorios llenos de frailes de peregrina dotrina, mudando el trato recatado y puro, turbadas las conciencias, alborotados los conventos con las elecciones, irse todo a pique sin remedio» (Francisco de Santa María, Reforma de los descalzos de Nuestra Señora del Carmen, tomo I [1644], página 723, columna 2.
«Padece el Hijo de Dios, que por su naturaleza es impasible, y esto asombra. Padece los más atroces y crueles tormentos que ha padecido ni padecerá criatura alguna, y esto lastima. Padécelos de los hombres, que son hechura de sus manos, y esto avergüenza. Padécelos por los mismos hombres, por sus pecados y sus culpas; y aquí es donde, absorta y sin fuerzas, se va a pique la imaginación humana y no sabe cómo hacer pie en tan alto y tan escondido misterio» (Obras del ilustrísimo y reverendísimo señor don fray Diego López de Andrade, tomo I [1656], página 476, columna 1).
La RAE corrigió la omisión en sus diccionarios manuales de 1985 y 1989 y en el usual de 1992.
NTLLE de la RAE (fecha de consulta: 14 de agosto de 2019).
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: la misma).
RESTREPO, R., Apuntaciones idiomáticas y correcciones del lenguaje, Bogotá, Cromos, 1920.