¿«INAUGURACIÓN» O «INVESTIDURA»?

Los periodistas, cuando tratan sobre la toma de posesión de los presidentes de EE. UU., suelen usar la palabra inauguración, lo que de manera casi unánime se tacha de anglicismo semántico, ya que se considera que dicha palabra carece en español del sentido de ‘investidura’, que sí que tiene la inauguration anglosajona.

Pero ¿es esto así en verdad?

Si acudimos a la RAE, veremos que el vocablo de marras tiene, además del ordinario, un segundo sentido —desusado, pero muy curioso—: el de «exaltación de un soberano al trono». Dicho sentido ya estaba en su primer diccionario, el llamado Diccionario de autoridades (1726-1739), en el cual, tras definir inauguración como «conjetura, adivinación por el vuelo de las aves», añadía que «vale también exaltación, elevación al trono con feliz esperanza»; y, para demostrarlo, reproducía la siguiente cita de los Anales del Reino de Navarra, del escritor clásico José de Moret:


    «Y aquel día no pudiese otro alguno ser armado caballero porque se consagrase enteramente a la inauguración del nuevo príncipe».


Por lo tanto, respecto de los reyes, la palabra inauguración siempre ha tenido entre nosotros el mismo sentido que en inglés.

Y, si buscamos un poco en otros textos antiguos, comprobaremos que, además de para los reyes, también se usaba para quienes, sin ser formalmente tales, podían equipararse a los monarcas por sus funciones. Por ejemplo, de los duques de Brabante leemos lo siguiente en la obra del jurista Francisco Ramos del Manzano Respuesta de España al tratado de Francia sobre las pretensiones de la Reina Cristianísima [1648 y 1667]:


    «El grande Kinscot, hablando del Brabante, de Limburgo y de sus anexas, dice que todos esos Estados, según los artículos concertados en las coronaciones y felices inauguraciones de los duques de Brabante, están juntos entre sí de una tal manera que no pueden ya hacer sino un solo, mismo y inseparable principado» (folio 269 de la edición de 1648 y 223 de la de 1667).

    «Los duques de Brabante y príncipes de las demás provincias del País Bajo, por su soberanía y con las reglas y razón referida, fundan la potestad (y háblase de la potestad suponiendo que el usar de ella ha de ser con justa causa) de derogar en parte o abrogar del todo las costumbres de los pueblos de sus dominios, aunque hayan jurado observarlas en la inauguración o entrada alegre —que así la llaman— al principado…» (folio 287 de la edición de 1648 y 241 de la de 1667).


Y en otra obra algo posterior al Diccionario de autoridades, el Diálogo crítico sobre la oración panegírica que dijo el doctor don Miguel de Valdivieso y Torrejón [1764], de Juan José de Ceballos, se afirma que la palabra inauguración se puede aplicar a todas las altas dignidades:


    «“Inaugurar” significa ‘adivinar por el vuelo de las aves’; y, porque en las exaltaciones a grandes empleos se practicaban estas adivinaciones, pasó impropiamente a llamarse “inauguración” la elevación a un gran cargo, como se puede ver en el diccionario de nuestro idioma, en Facciolato y cualquiera otro. Esto supuesto, solo el rey es quien ha “inaugurado” a S. Exc. porque es quien lo ha elevado; no la universidad, que lo más que puede inaugurar es un rector o un catedrático» (página 184).


Y lo mismo se afirma en el Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes de las tres lenguas, francesa, latina e italiana, de Esteban de Tererros y Pando [tomo II, 1787] al definir inauguración:


    «Ceremonia que se hace en la función o consagración de rey, emperador, prelado, etc. Fr. Inauguration. Lat. Inauguratio. It. Inaugurazione. Tomose de la ceremonia que hacían los romanos al dedicar un templo o elevar al sacerdocio consultando primero a los que llamaban augures o adivinos por medio de las aves».


Por tanto, comoquiera que la presidencia de una república se cuenta entre las más altas dignidades y es equiparable a la de monarca, no parece haber inconveniente en usar inauguración para referirse a la investidura del presidente de Estados Unidos —ni, por supuesto, al presidente de cualquier otra nación que no sea una monarquía—.




Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de la consulta: 5 y 6 de febrero de 2025).
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española [https://apps.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0.], fecha de la consulta: las mismas.

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