PALO ENSEBADO
La cucaña es un palo alto y derecho, untado de jabón o grasa, en cuyo extremo se colocan premios para quien los alcance trepando.
En América se llama a la cucaña palo ensebado, lo cual algunos críticos han echado a barbarismo.
Pero, si buscamos en las obras de los autores clásicos, hallaremos que palo ensebado se ha dicho siempre en español:
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«Ya está en el palo ensebado/ la joya; si hay quien la alcance,/ no resbalará subiendo;/ que no es sebo, sino sangre» (Gaspar de los Reyes, Tesoro de concetos divinos, compuesto en todo género de verso [1613], folio 136 vuelto).
«No le faltó al sábado entretenimiento en cuatro palos ensebados con muchos premios para el que se atreviera a subirlos: tuvo de gusto que se fiase uno en sus fuerzas y las hallase postradas en el suelo; otro, presumido en su maña, pretendiese subir y enflaqueciese a la mitad; otro, dudoso de proseguir cuando estaba cerca del premio, se bajaba… pero, al fin, la constancia los animó a conseguir todos los premios…» (Andrés Sánchez de Espejo, Relación ajustada en lo posible a la verdad [1637], página 23).
No merece, por tanto, tacha.
FEDERICO LLAVERÍAS, Vicios de la dicción castellana, Academia Dominicana de la Lengua, 1940.
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: 25 de julio de 2019).