DISTORSIÓN

Hasta 1989 y 1992, en los diccionarios de la RAE el principal sentido de distorsión era ‘torcedura más o menos violenta de algo’ (del tobillo o de una mano, por ejemplo).

Distorsión no significaba tergiversación (‘torcimiento de las razones o argumentos’, ‘desfiguración de la relación de los hechos para que prevalezca el error’). Antes al contrario, el hacer sinónimos ambos vocablos se echaba a anglicismo.

Pero la admisión de tal sentido no debe considerarse una cesión más a la anglicanización de nuestro idioma. Como ya sabemos, que ciertas palabras y significados no estuvieran en el diccionario de la RAE no significa que no se usaran desde época muy antigua.

Así, el supuesto anglicismo lo hallamos en el libro titulado Vindicias católicas granatenses [1705], de Diego de la Serna Cantoral.
Que este autor ha de contarse en el número de los clásicos es indudable, ya que nació en 1639. Murió el mismo año de publicación de las Vindicias, obra en la que había trabajado casi tres lustros.

Pues bien, en el tomo I hallamos la siguiente cita:

«No hay doctrina, por respectable que sea, que, mirada con cavilaciones, se pueda librar de la malevolencia; y, para convencer a los herejes, que con semejantes distorsiones y truncaciones de sentencias abusan del texto sagrado, han hecho demonstración algunos católicos de que ni la Escritura Sagrada ni el símbolo pueden en la apariencia quedar exentos de esta perversidad si se quiere cavilar y adulterar la verdad» (página 346).

Y en el tomo III está esta otra:

«… y que, leyéndose “de aqua pura” en el original árabe, se vertió “ad purum, vel ad merum” con notable distorsión contraria a todo el contexto y a las reglas de los árabes…» (página 85).

ALFARO JOVANÉ, RICARDO JOAQUÍN. Diccionario de anglicismos, editorial Gredos, Madrid, 1970 (2.ª edición aumentada).
Real Academia de la Historia, biografía de Diego de la Serna Cantoral
NTLLE de la RAE (fecha de la consulta: 5 de junio de 2020).
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: la misma).