DAR LA MANO

Martínez de Sousa refiere en su DUDEA que, según algunos, la expresión dar la mano es catalanismo cuando se usa con el sentido figurado de ‘ayudar’.

Pero el sentido criticado es castizo, pues remonta a la época clásica. Lo prueban las siguientes citas:

«Fue tan extraña su doctrina que podemos coger della, como de fertilísimo huerto, flores hermosísimas de escienca de diversas facultades y fruto muy abundante de virtudes moralmente buenas —y de instrucción de vida política para sabernos gobernar— y grandes documentos de doctrina que nos den la mano para vivir bien» (Pedro Sánchez, Historia moral y filosófica [1590], folio 1 vuelto, columna 2).



«Y, como el duque de Osuna vio las cosas en tal estado, determinó de volverse a Castilla, quedando allí don Cristóbal de Mora y los demás embajadores católicos, muy asegurados de que tres de los gobernadores estaban determinados de que, cuando más no pudiesen, darían la mano al rey para entrar en Portugal; pero ni en esto ni en lo demás jamás supieron resolverse ni hallar camino» (Antonio de Herrera y Tordesillas, Historia de Portugal y conquista de las islas de las Azores en los años de 1582 y 1583 [1591], folio 65).



«… mas suele el Señor tener grande cuidado no solo de la salud, sino también del crédito de sus siervos. Dando la mano a David para apartarle del peligroso estado en que estaba, quitó del mundo al niño que tuvo de Bersabé para borrar de la memoria de los hombres —dice Teodoreto— la culpa en que fue concebido, no queriendo que hubiese testigos del pecado de su padre» (Antonio de Govea, Vida y muerte del bendito y venerable padre Juan de Dios [1624], página 100).

MARTÍNEZ DE SOUSA, JOSÉ. Diccionario de usos y dudas del español actual (DUDEA), 4.ª ed. ampliada y corregida, editorial TREA, 2008.
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (Fecha de la consulta: 24 de abril de 2019).