ABOLICIÓN, ABOLIR

Tradicionalmente el DLE ha dicho que los vocablos abolición y abolir se refieren a dejar sin efecto una ley o costumbre.

Cuando se usa con el sentido general de ‘suprimir, borrar o prohibir cualesquiera cosas’ suele echarse a barbarismo, aunque los autores clásicos lo abonan.

Lo vemos en estas citas:

«Prohibió que a nadie sin su licencia, viviendo, se le pusiese estatua. Quiso también abolir las obras de Homero, diciendo que por qué no podía hacer él lo que Platón, que le desterró de su ciudad y república…» (Jaime Bartolomé, La vida de los doce césares, de Cayo Suetonio Tranquilo [1596 y 1679], página 119).



«… si dijera Máximo que la gente borgoñona fue absoluta y totalmente acabada, pudiera dudarse, mas no dice sino “pene deleta est”: que casi lo fue; y aquí no significó total abolición desta nación, sino una grande victoria, cual ella fue, matándoles veinte mil borgoñones…» (Fray Gregorio de Argáiz, Población eclesiástica de España y noticia de sus primeras honras [libro IV, 1669], página 22, columna 2).



«Muchas en aclamación desta gran monarquía y sus coronas: con el descubrimiento de excesivo número de reyes, antiguos, que la dominaron y abolición de los intrusos en sus historias por crónicas fabulosas y supuestas…» (Biblioteca formada de los libros y obras públicas de don Josef Pellicer de Ossau [1671], folio 180 vuelto).

Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS y la BDH (fecha de la consulta: 27 de agosto de 2019).
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. [Fecha de la consulta: la misma]