AHUYENTAMIENTO
El vocablo ahuyentamiento (‘acción y efecto de ahuyentar’) ha sido criticado algunas veces por no hallarse en el DLE, aunque su formación es totalmente castiza y lo usaron escritores de la época clásica.
Así, lo vemos en la obra de José de Santa María Triunfo del agua bendita, publicada en 1642:
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«La Iglesia griega usó también hacer en este día especial bendición del agua, y las palabras de su consagración son las siguientes: “Santificad, Señor, esta agua y dadle la gracia de la Redención; dadle la bendición del Jordán —fuente de incorrupción, don de santificación, satisfacción de pecados, remedio de enfermedades, ahuyentamiento de demonios, defensa y tutela de las virtudes contrarias—, que esté llena de angélica potestad…”» (folio 70).
También se ve el uso de ahuyentamiento en el Vocabulario en lengua castellana y mexicana, de Alonso de Molina: tanto en la edición de 1555 (folio 12 vuelto) como en la de 1571 (donde se emplea varias veces para traducir voces del náhuatl).
Algunos diccionarios modernos distintos del de la Academia recogieron tal vocablo (el de Zerolo, el de Toro y Gómez, el de Alemany y Bolufer…).
NTLLE de la RAE (fecha de consulta: 16 de septiembre de 2019).
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