ESTAGNACIÓN, ESTAGNAR
El sustantivo estagnación (‘estancamiento, estancación’) y el verbo que le corresponde, estagnar, se han echado a anglicismos: se cree que provienen de los vocablos anglosajones stagnation y to stagnate.
Pero estagnación y estagnar tuvieron ya algún uso en la época áurea del idioma:
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«… con la abundancia grande de las muchas aguas que bajan de los montes del Perú se rebalsa tan dilatadamente por toda región que sus habitadores en todo este tiempo —que no pasa de tres meses— viven con sus alhajas en barcos, siéndoles fuerza perecer como en el Diluvio si, previniendo las crecientes, no pusieran en cobro a sí y a sus cosas con las canoas en tan vaga y extendida estagnación…» (Duarte Gómez Solís, Alegación en favor de la Compañía de la India Oriental [1628], página 267).
«El agua estagnada es insaludable; no se sabe dónde desbocará la reprimida y puede causar grade daño…» Juan Alfonso de Lancina, Comentarios políticos a los «Anales», de Cayo Vero Cornelio Tácito [1687], página 482).
Hallamos también estagnación en la obra Anatomía completa del hombre [1728], de Martín Martínez, quien, aunque muerto en 1734, siempre se ha contado en el número de los escritores clásicos:
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«También sirve el ejemplo en las equimoses y otras estagnaciones sanguíneas…» (página 277).
«…se debe presumir que lo que comunica el aire a la sangre es un nitro volátil, que, unido con ella, forma un mixto amoniacal que se opone a su estagnación y conserva su fervor y fluxibilidad» (página 343).
«Y aun dice un autor que, en los ahogados, aunque estén ya sin sentido y movimiento, poniéndoles espíritu de amoníaco en la boca, se les disuelve la estagnación y concreción de sangre, y se han solido ver restituidos a sus sentidos» (página 344).
El vocablo también está en las ediciones posteriores de la Anatomía (1745, 1752 y 1757, 1764, 1775 y 1788).
ALFARO JOVANÉ, RICARDO JOAQUÍN. Diccionario de anglicismos, editorial Gredos, Madrid, 1970 (2.ª edición aumentada).
Fichero general y NTLLE de la RAE (fecha de consulta: 10 de noviembre de 2018).
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: la misma).
También lo encuentro usado en un clásico moderno: “Lima la horrible” ( 1964) del escritor peruano Sebastián Salazar Bondy, hablando de la tradición imitativa de la pintura allí escribe “Su rigidez no se debe a otra cosa, y tampoco su estagnacion durante más de dos siglos de ejercicio”
También aparece utilizado por Encina en su “Historia de Chile”, cuarta parte, capítulo I, apartado 3″: “Lo que los historiadores del siglo XIX tomaron por somnolencia y estagnación, es la unidad espiritual que presidió el desarrollo histórico colonial”.
Lo encuentro en “Historia de las constituciones nacionales”, de José Pareja Paz-Soldán, 1944, página 221: “Es sumamente peligroso y a la larga perjudicial, un crecimiento material y una estagnación del principio espiritual que anima y da vida”.