EL BUEN DIOS
Algunos han dado en que decir el buen Dios para referirse a Dios es galicismo (le Bon Dieu), pero yerran: tal expresión también la empleaban los escritores de la época clásica. Así, la Academia produce la siguiente cita:
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«La cabeza del bajá / por trofeo la traía/ el de Austria en una lanza,/ como el rey David hacía/ cuando mató al gigante/ que Golías se decía./ Y, en señal de la victoria/ qu’el buen Dios dado le había,/ cada cual con gran contento/ d’esta manera decia…» (CORDE: Silva de varios romances, Romancero general [1693]).
Y hallamos estas otras en libros antiguos que hay en la Red:
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«Serán los pecadores acusados/ también de las personas miserables/ que acá por ellos fueron injuriados/ con demasías muy intolerables./ Entonces, han de ser dellos vengados/ viendo que van a penas espantables,/ porque el buen Dios, señor de la justicia,/ que desto todo tiene gran noticia/ las causas juzgará con gran constancia/ de los que pobres son y pequeñitos…» (Andrés de la Losa, Verdadero entretenimiento del cristiano [1584 y 1617]).
«Porque el buen Dios, para que los hombres que creían que había Él de ser honrado porque les diese la vida eterna no pensasen que los reinos y señoríos de la tierra estaban en poder del demonio y que dél se habían de alcanzar, enriqueció tanto al emperador Constantino y le hizo tantos bienes cuantos ninguno pudiera desear; y esto no porque los pidió a los demonios, sino porque honraba y reverenciaba al mismo verdadero Dios…» (Gregorio de Alfaro, Gobierno eclesiástico y seglar [1604], página 230).
MARTÍNEZ DE SOUSA, JOSÉ. Diccionario de usos y dudas del español actual (DUDEA), 4.ª ed. ampliada y corregida, editorial TREA, 2008.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español.
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: la misma).