EJEMPLARIZAR

El verbo ejemplarizar, de muchísimo uso hoy día, no fue reconocido por la Academia hasta el año 1970. Hasta entonces se consideraba neologismo inútil por ejemplificar o dar ejemplo.

Pero no era ni neologismo ni inútil, sino vocablo castizo, tal como vemos en estas citas de escritores de la época clásica:

«… el no ser más de una vez el consumirse la humedad es lo principal; y el ser tantas las del acíbar es causa de no poder ejemplarizar los extractos con ella…» (Pedro Gutiérrez de Arévalo, Exposición y tratado sobre las cinco lavaciones y preparaciones del acíbar [1624], folio 17 vuelto).



«… que la circunstancia de la persona o dignidad antes engrandece que minora la culpa; habían de estar menos parados los castigos para los grandes que para los pequeños: estos no tienen tanta imitabilidad en sus hechos que puedan ejemplarizar a los errores; aquellos son muy atendidos y, por eso, vienen a ser imitados —y en el mal, porque son bastantes para autorizar los defectos—. Por eso en los pequeñuelos había de haber disimulo: porque no tienen fuerza para pegar a otros el pecado…» (Antonio Pérez Ramírez, Armas contra la fortuna [1698], página 282).

ROMÁN, MANUEL ANTONIO. Diccionario de chilenismos y de otras voces y locuciones viciosas, tomo II, imprenta de San José [1908-1911], Santiago de Chile (libro disponible en archive.org).
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: 6 de marzo de 2019).
NTLLE de la RAE (fecha de consulta: la misma).