LEVANTAR DUDAS
La expresión levantar dudas suele tacharse de anglicada («to arouse doubts») y galicada («soulever des doutes»). Sostienen algunos críticos que en español las dudas nacen, se suscitan, se provocan, se siembran o se despiertan; aunque, si bien se considera, uno de los sentidos castizos del verbo levantar es ‘ocasionar, formar, mover’ (y las dudas se pueden ocasionar, formar y mover).
Por otra parte, la expresión criticada se usó en la época clásica, como vemos en estas citas que produce la Academia:
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«… y también sobre el camino que debía seguir se levantaron dudas» (Francisco Manuel de Melo, Historia de los movimientos, separación y guerra de Cataluña [1645]).
«Porque el levantar dudas es muy natural achaque de nuestra ignorancia; luego el darles solución, si ha de ser desentrañada de lo secreto y sólido de las causas, muy dificultoso; mas, si no se atiende a estas exactiones, antes se evitan y se satisface la duda con solo una equivocación de palabras, con una alegoría o con cualquiera congruencia…» (Gonzalo Pérez de Ledesma, Censura de la elocuencia [1648]).
Y en la Red hallamos más:
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«… tiene nuestra nación tantos émulos en las extranjeras que es conveniente para satisfacer a ellos levantar dudas donde no las hay. Antonio de León Pinelo, Tratado de confirmaciones reales» [1630], folio 95 vuelto).
«El segundo es don de entendimiento, porque el Espíritu Santo ilustra el de los hombres contra las nieblas y dudas que levanta el demonio para escurecer las verdades de nuestra fe…» (Alonso de Andrade, Meditaciones diarias de los misterios de nuestra santa fe, parte III [1660], página 341).
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 24 de abril de 2019).
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. http://www.rae.es [Fecha de la consulta: la misma].