MENTÓN
La palabra mentón (‘barbilla o prominencia de la mandíbula inferior’) tiene muchísimo uso. Por eso quizás sorprenderá saber que no se incluyó en el DLE hasta 1914 y que los críticos la consideraban galicismo innecesario, pues en francés se dice igual.
También sorprenderá el saber que todavía en algunos de los tratados que se publican hoy día sobre corrección de estilo se puede hallar la tacha de galicismo que ha pesado tradicionalmente sobre el dicho vocablo.
No obstante, la inclusión de mentón en el caudal de nuestro idioma no debe juzgarse por desacertada, pues mentón, por un lado, no es sino mera derivación del latín mentum (y del latín proceden tanto el francés como el castellano); por otro lado, hay hasta ejemplos de su uso en la época clásica.
Así, la Academia en su CORDE produce esta cita de una obra titulada Repertorio de los tiempos [1554]:
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«Una vena está debajo del mentón en el fondo de la boca; vale al dolor de ojos e hinchazones de la cara».
Y en libros antiguos digitalizados en la Red hallamos esta otra cita:
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«Mas los vejigantes se ponen en los lugares de entre cuero y carne, así como debajo del mentón, tras el cuello, y en toda la cara y en las clavillas de los pies y de las manos porque no sacan sino el humor de entre el cuero y la carne, así como parece el sentido» (Juan Calvo, Cirurgía de Guido de Cauliaco con la glosa de Falcó [1596], página 482 bis, columna 1).
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: NTLLE (fecha de consulta: 29 de mayo de 2021).
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: la misma).